Se denomina hemostasia al proceso fisiológico responsable de evitar la pérdida de sangre y detener la hemorragia cuando se produce una lesión en el sistema vascular.
Para que este proceso sea posible, se necesita una correcta integridad del árbol vascular, unas plaquetas normales tanto en número como en funcionalidad y un adecuado funcionamiento de los mecanismos de coagulación y fibrinólisis,
Una alteración de cualquiera de estos apartados puede provocar la aparición de un cuadro hemorrágico.
Estas alteraciónes pueden ser de tipo congénito, caracterizadas habitualmente por la existencia de una alteración en la funcionalidad de las plaquetas o en las proteinas implicadas en el proceso de la coagulación, o bien de tipo adquirido, que suelen presentarse por alteraciones complejas que afectan simultaneamente a varios de los mecanismos involucrados en el proceso global de la hemostasia (Perez, 2009).
- La hemostasia primaria inicia a los pocos segundos de producirse la lesión y está dada por la interacción entre las plaquetas y la pared vascular, con el fin de detener la salida de sangre en los capilares, arteriolas pequeñas y vénulas.
- En primer lugar se produce una vasoconstricción y, luego, las plaquetas se adhieren al vaso lesionado y se agrupan para formar el tapón plaquetario. Así se sella la lesión de la pared y cede temporalmente la hemorragia.
- La adhesión plaquetaria a la pared vascular está controlada por el equilibrio entre dos prostaglandinas (tromboxano A2 y prostaciclina) y favorecida por diversas sustancias como el factor von Willebrand (FvW).
- La coagulación o hemostasia secundaria es la interacción de las proteínas plasmáticas o factores de coagulación entre sí que se activan en una serie de reacciones en cascada que conducen a la formación de fibrina.
- En la fibrinólisis se elimina la fibrina no necesaria para la hemostasia con el fin de reparar el vaso y restablecer el flujo vascular. Los principales activadores fisiológicos de la fibrinólisis son el activador tisular del plasminógeno (t-AP) y el activador urinario del plasminógeno (u-AP) que difunden desde las células endoteliales y convierten el plasminógeno, absorbido en el coágulo de fibrina, en plasmina. La plasmina degrada el polímero de fibrina en pequeños fragmentos que son eliminados por el sistema de limpieza monocito-macrófago.
(Galvez
& Cortes, 2011)
Figura 1. Cascada de coagulación
Fuente: Tripathi, 2008
Tabla 1. Enfermedades relacionadas con el desequilibrio de la hemostasia
Fuente: (García, Rubio & Crespo, 2015)
Referencias bibliograficas
Galvez, K. & Cortes, C. (2011). Coagulación y sangrado masivo:
nuevos conceptos fisiológicos. Medicina U.P.B; 30(2): 163-169
García, B., Rubio, F. & Crespo, M. (2015). Técnicas de análisis hematológico. España: Ediciones Paraninfo.
Perez, A. (2009). Medicina transfusional. España: Médica Panamericana
Tripathi, K. (2008). Farmacología en odontología: fundamentos. Buenos Aires: Médica Panamericana
Tripathi, K. (2008). Farmacología en odontología: fundamentos. Buenos Aires: Médica Panamericana